Mosaik, la empresa de Sevilla que vende perfumes cofrades: «El Gran Poder olería serio, a estoraque y benjuí»
Empezó agregando incienso a geles hidroalcohólicos en pandemia. Hoy vende aromas basados en la Macarena o la Esperanza de Triana.
¿A qué huele la Semana Santa? El incienso, en realidad, es apenas una primera bofetada. Detrás llega el clavel, el azahar, la rosa… pero también la mirra, la vainilla tonka y hasta la resina de pino. O así lo ve Juan Antonio Jiménez, fundador de Mosaik Kosmetic, una empresa que encierra todos esos aromas en varios perfumes cofrades que han encontrado un creciente nicho de mercado.
La suya es una idea reciente; la empresa, que tiene su sede, taller I+D y laboratorio en una nave en Valencina de la Concepción, en Sevilla, descubrió por accidente en pandemia que el mundo cofrade, que explota en una semana al año pero que en realidad gira los 365 días, tenía en el olor una oportunidad de negocio.
«La pandemia me descolocó. Llevaba un año con el proyecto y pasé de vender cremas faciales y sérum en salones de belleza a hacer geles hidroalcohólicos. Éramos esenciales en aquel momento, y como tenía incienso, pensé en ponerlo en los geles. A ver qué pasaba», explica Jiménez a EL ESPAÑOL-Invertia.
Lo que pasó fue que los cofrades quedaron encantados con la idea. En medio de confinamientos y restricciones que imposibilitaron durante dos años las procesiones, que el desinfectante de manos oliera a incienso proporcionaba cierto consuelo.
Perfumes unisex
Jiménez, que se define como «cofrade, pero no jartible«, no fue del todo sorprendido porque la idea gustase, aunque sí por la magnitud del entusiasmo. El viaje olfativo sedujo a tiendas cofrades, también a hermandades a las que personalizaba el envase poniendo en éste el correspondiente escudo.
«Todo lo tengo registrado eh, aquí no te vas a encontrar ningún pirateo», subraya. Y claro, los clientes empezaron a preguntar: «Y esto, ¿no lo puedes hacer en perfume?». Las pruebas arrancaron a finales de 2020 y desembocaron en Pasión, una fragancia que se ha convertido en el emblema de su catálogo cofrade.
¿A qué huele? «A Semana Santa», responde. Ensequida amplía: «No es que te lo eches y te creas que vas envuelta en humo». Pero sí puedes llevar puestos los olores que impregnan la calle esos días, resultado de la mezcla de once aceites esenciales que incluyen, claro, incienso y madera, materiales por otra parte «muy buscados en perfumería».
«Este perfume no está pensado solo para el cofrade, sino para todo el mundo», agrega. Es unisex y no tiene un perfil de público. Lejos del concepto de perfumarse para seducir, que rodea a las fragancias comerciales -«para las edades de 20 a 40 años, aunque con los divorciados se ha ampliado la franja», bromea- Pasión se abre a todos.
Con el éxito de Pasión, la gama se ha ido ampliando. Llegó su versión en Eau de Toilette: Brisa de Pasión; después «Suspiros de Azahar», «Nardos para la Virgen» o «Cielo de Claveles». Estos dos últimos, en concreto, basados en la Esperanza de Triana y la Macarena, respectivamente.
Basados en Macarena y Esperanza de Triana
¿Uno por cada Virgen? «Hombre es que huelen diferente», razona. Jiménez no hace perfumes para las imágenes, pero sí ha basado estos dos en las populares vírgenes sevillanas, inspirado por el exorno floral de sus palios. «El nardo lo lleva la trianera, y el clavel, entre las más grandes, solamente la Macarena. Así que éste es el perfume macareno».
De modo que la pregunta es casi inevitable. ¿Haría una fragancia inspirada en el Gran Poder? ¿A qué olería el Señor de Sevilla? «Uf. El incienso que lleva, si lo hueles, es diferente al que lleva por ejemplo el cautivo de Santa Genoveva. Unos son más serios, otros más dulces. Al Gran Poder le tendría que poner un poco más serio, hay que darle seriedad«.
¿Y cómo se da seriedad a un perfume? «Quitándole alegría. Por ejemplo, dándole estoraque y benjuí, que son más amargas cuando se queman. Si quiero un Gran Poder, un Silencio, le tengo que poner mucho más de ese oscuro, como el Cristo de Burgos, y quitarle vainilla«, reflexiona.
Aumento del 40% de ventas
Los perfumes no son el único elemento de la línea cofrade, el gran motor del negocio de Mosaik. Junto al gel hidroalcohólico de incienso, sacó al mercado Labiflex, una crema que mantiene los labios hidratados y facilita su recuperación por el desgaste de tocar los intrumentos que acompañan a las hermandades en las procesiones.
De nuevo, la idea arrancó para bandas de Semana Santa pero actualmente está pensado para todos los músicos. Jiménez apunta que le han contactado profesionales del musical de El Rey León interesados en su producto.
Aunque la estrella de las ventas es sin duda Pasión, que se puede encargar en la web de la empresa por 39,99 euros. Después también genera mucho interés Caricias de Naranjo, otra fragancia inspirada en Sevilla que se vende en la tienda de souvenir de la Catedral; y las ya citadas de azahar y Brisa de Pasión.
De la línea de perfumes cofrades, que suponen el 70% de su facturación aproximadamente, vende directamente unas 1.000 unidades al año. Después está lo que vendan las propias hermandades a las que suministra esencialmente Pasión. Su cartera se compone de unos 270 clientes, que cada vez quieren más.
Sus cálculos, de hecho, apuntan a que en el último año las ventas de los productos de perfumería se han incrementado un 40%. El suyo es un avance lento, casi como una recogía, y quiere que así siga.
«Es mucho trabajo, pero vale la pena», finaliza. En una de las paredes de su despacho, como también en la sala de I+D, destaca una imagen del Gran Poder, «lo más grande».
Fuente: El Español